Recordando el Ayer
Algunos dijeron que habría problemas. Tenían que surgir. Los problemas siempre habían rodeado a Rafe MacKade, como si formaran parte de él. Seguía siendo tan atractivo como siempre, con el don, o el castigo, del aspecto duro y rebelde que compartían los MacKade. Cualquier mujer que tuviera sangre en las venas se fijaría en aquel hombre de paso largo, que parecía retar a cualquiera que se cruzara en su camino.
En cuanto a la recién llegada, Regan Bishop, era preciosa, aunque algo estirada. Sólo faltaba por saber si sería inmune al legendario encanto de los MacKade.
Al parecer, no iba a ser así.
Atreverse a Amar.
Jared tenía que elegir entre una mujer ardiente y su frío orgullo. Estaba acostumbrado a salirse con la suya, sobre todo con las mujeres, pero con Savannah Morningstar no llegaba a ninguna parte. Aquella mujer, de una espléndida belleza, mantenía una actitud testaruda que estaba haciendo estragos en el ego masculino. Y, cuando alguien pisoteaba el orgullo de los MacKade, siempre se desataba un infierno.
Una larga espera.
El comisario Devin MacKade amaba en secreto a Cassie Connor. Pero ella estaba atrapada en un matrimonio que estaba muy lejos de ser perfecto; mientras, él sólo podía esperar con paciencia y sufrimiento. Ahora, la guapa Cassie Connor era libre... Pero también vulnerable. Devin sabía que tendría que conseguir su propósito lentamente, y durante todo el tiempo, no dejaba de preguntarse si sería capaz de conseguir alguna vez a la mujer a la que quería.
La derrota de un Soltero.
A Shane MacKade le encantaban las mujeres, pero no había conocido a ninguna que hiciera que se pusiera a silbar la marcha nupcial, hasta que apareció la doctora Rebecca Knight. El problema era que ella estaba demasiado interesada en las leyendas de los MacKade como para sucumbir al encanto de los MacKade. Tal vez, había llegado el momento de hacer una proposición, porque Shane no podía vivir sin ella.
Atreverse a Amar.
Jared tenía que elegir entre una mujer ardiente y su frío orgullo. Estaba acostumbrado a salirse con la suya, sobre todo con las mujeres, pero con Savannah Morningstar no llegaba a ninguna parte. Aquella mujer, de una espléndida belleza, mantenía una actitud testaruda que estaba haciendo estragos en el ego masculino. Y, cuando alguien pisoteaba el orgullo de los MacKade, siempre se desataba un infierno.
Una larga espera.
El comisario Devin MacKade amaba en secreto a Cassie Connor. Pero ella estaba atrapada en un matrimonio que estaba muy lejos de ser perfecto; mientras, él sólo podía esperar con paciencia y sufrimiento. Ahora, la guapa Cassie Connor era libre... Pero también vulnerable. Devin sabía que tendría que conseguir su propósito lentamente, y durante todo el tiempo, no dejaba de preguntarse si sería capaz de conseguir alguna vez a la mujer a la que quería.
A Shane MacKade le encantaban las mujeres, pero no había conocido a ninguna que hiciera que se pusiera a silbar la marcha nupcial, hasta que apareció la doctora Rebecca Knight. El problema era que ella estaba demasiado interesada en las leyendas de los MacKade como para sucumbir al encanto de los MacKade. Tal vez, había llegado el momento de hacer una proposición, porque Shane no podía vivir sin ella.
Para la doctora Rebecca Knight todo tenía una explicación. Hasta que empezó a tener pensamientos irracionales respecto al atractivo Shane MacKade. No sabía demasiado sobre los hombres, pero estaba segura de una cosa: amar a Shane MacKade era peligroso, y a Rebecca no le gustaban los riesgos
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