Como Una Flor Entre Las Rocas
La fe mueve montañas.
A comienzos del siglo XIII, los cataros predican su credo en el sur de lo que más tarde sería Francia. Creen en la igualdad entre el hombre y la mujer, en la libertad para el amor, aborrecen el materialismo y niegan la existencia del infierno. Amenazada por esta religión, la Iglesia Cristiana promueve una Cruzada en contra de lo que considera una herejía y se propone exterminarla.
Laetitia, una joven catara, es el alma de su comunidad, Montaillou. Alegre, atractiva y bondadosa, dirige un hospital en el que cura a los enfermos del poblado. Vive refugiada en la religión y en la observancia de la fe, ayuna habitualmente, no tiene posesiones materiales y rechaza a los múltiples pretendientes del pueblo que intentan conquistarla. Sin embargo, es Ramiro de Zaragoza quien inesperadamente pone en peligro sus creencias.
Ramiro, un caballero aragonés, ha luchado en las Cruzadas y siempre ha sido un hombre de fe. Desterrado, imposibilitado de volver a su hogar, Ramiro se dedica con exclusividad a la guerra v a las damas de la corte: dos territorios en los que la conquista le está asegurada. Sus enemigos, cansados de verse opacados por sus glorias militares, le tienden una trampa. Planean asaltarlo mientras transporta una reliquia de la cristiandad hacia la abadía de Montaillou. Es Laetitia la que, sin saberlo, precipita la emboscada. Cuando Ramiro comprende que va a ser atacado, le entrega a Laetitia la reliquia para que la oculte y, sin proponérselo, le confía mucho más que un tesoro.
Forzados a compartir el secreto del escondite, una cátara y un cristiano, comprenden que la fe mueve montañas. Pero que el amor es más poderoso.
A comienzos del siglo XIII, los cataros predican su credo en el sur de lo que más tarde sería Francia. Creen en la igualdad entre el hombre y la mujer, en la libertad para el amor, aborrecen el materialismo y niegan la existencia del infierno. Amenazada por esta religión, la Iglesia Cristiana promueve una Cruzada en contra de lo que considera una herejía y se propone exterminarla.
Laetitia, una joven catara, es el alma de su comunidad, Montaillou. Alegre, atractiva y bondadosa, dirige un hospital en el que cura a los enfermos del poblado. Vive refugiada en la religión y en la observancia de la fe, ayuna habitualmente, no tiene posesiones materiales y rechaza a los múltiples pretendientes del pueblo que intentan conquistarla. Sin embargo, es Ramiro de Zaragoza quien inesperadamente pone en peligro sus creencias.
Ramiro, un caballero aragonés, ha luchado en las Cruzadas y siempre ha sido un hombre de fe. Desterrado, imposibilitado de volver a su hogar, Ramiro se dedica con exclusividad a la guerra v a las damas de la corte: dos territorios en los que la conquista le está asegurada. Sus enemigos, cansados de verse opacados por sus glorias militares, le tienden una trampa. Planean asaltarlo mientras transporta una reliquia de la cristiandad hacia la abadía de Montaillou. Es Laetitia la que, sin saberlo, precipita la emboscada. Cuando Ramiro comprende que va a ser atacado, le entrega a Laetitia la reliquia para que la oculte y, sin proponérselo, le confía mucho más que un tesoro.
Forzados a compartir el secreto del escondite, una cátara y un cristiano, comprenden que la fe mueve montañas. Pero que el amor es más poderoso.
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