Estrategias del Destino
A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.
Claire Whitehorne se ha quedado sola. Su padre, su única familia, falleció dejándole un solo legado: deudas. Pero Claire es una mujer resuelta y, a sus 23 años, toma las riendas, deja de lado la educación aristocrática que ha recibido y decide partir a Londres para buscar un empleo que la pueda mantener. Sin embargo, la ciudad le depara peligros, y se verá forzada a escapar.
Julian Rawson acaba de llegar de la guerra contra Napoleón. Sus cicatrices no son solo físicas; su alma está atravesada por el recuerdo de los horrores vividos y por el dolor de la traición de la mujer que amó. Ya no es el mismo. Al regresar a Inglaterra, se recluye en su campo y se aleja de toda vida social. Es su madre la que insiste en buscarle una esposa, pero él se niega. Ya no tiene fe en el amor. Pero el destino mueve los hilos. Claire en su huida se esconde en el carruaje de Julian, que la descubre y piensa que ella no es más que una vulgar ladrona. Sin embargo, la atracción que sienten el uno por el otro será más fuerte que la desconfianza, y él hará lo imposible por retenerla a su lado. Otra vez el destino será el encargado de diseñar la estrategia que los unirá para siempre.
Claire Whitehorne se ha quedado sola. Su padre, su única familia, falleció dejándole un solo legado: deudas. Pero Claire es una mujer resuelta y, a sus 23 años, toma las riendas, deja de lado la educación aristocrática que ha recibido y decide partir a Londres para buscar un empleo que la pueda mantener. Sin embargo, la ciudad le depara peligros, y se verá forzada a escapar.
Julian Rawson acaba de llegar de la guerra contra Napoleón. Sus cicatrices no son solo físicas; su alma está atravesada por el recuerdo de los horrores vividos y por el dolor de la traición de la mujer que amó. Ya no es el mismo. Al regresar a Inglaterra, se recluye en su campo y se aleja de toda vida social. Es su madre la que insiste en buscarle una esposa, pero él se niega. Ya no tiene fe en el amor. Pero el destino mueve los hilos. Claire en su huida se esconde en el carruaje de Julian, que la descubre y piensa que ella no es más que una vulgar ladrona. Sin embargo, la atracción que sienten el uno por el otro será más fuerte que la desconfianza, y él hará lo imposible por retenerla a su lado. Otra vez el destino será el encargado de diseñar la estrategia que los unirá para siempre.
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